Deberás decidir tu perfil de inversión (¿más arriesgado, más prudente?), deberás hacer una correcta diversificación, deberás crearte una cartera pensada para superar los peores momentos y deberás ponerla en marcha.
Tendrás que reequilibrar tu cartera periódicamente y tendrás que tener confianza en ti mismo. Nadie va a cuidar tu dinero como tú, créeme, pero tu mayor enemigo también serás tú. No te dejes arrastrar por las emociones.
En momentos de crisis el miedo te impulsará a vender tus activos: Y en momentos de euforia la avaricia hará que cometas imprudencias.
Si eres disciplinado y sigues tu plan de inversión no tendrás estos problemas.